Hoy en día, y más en el ambiente actual que nos movemos, los datos son una de las herramientas más poderosas para nuestro sector y para los hosteleros. Los datos pueden ayudarnos a ver esa perspectiva completa del negocio y hacernos tomar decisiones más difíciles, que de otra manera, quizás estemos evitando tomar.
Recolectar y analizar tus propios datos, te permite optimizar las decisiones del negocio y priorizar según la situación que se esté dando en un momento dado, por ejemplo, la pandemia actual que tenemos en ciernes o la crisis sanitaria y el consecuente confinamiento de la población. Por ello, es importante servirte de la tecnología y esos canales «poco convencionales» que quizás estés menos acostumbrado o acostumbrada a tocar.
Cuando se trata del delivery, muchos son los datos que podemos recabar, desde el plato más popular, el combo u oferta más soilcitada, la hora pico de pedidos para casa, cómo afecta el clima a esos pedidos y, por supuesto, las reseñas que te deja el cliente.
Una vez tienes claro los tipos de datos que quieres recopilar para tu negocio, puedes servirte de varias herramientas que te ayudarán a ello, por ejemplo, comparar datos de diferentes áreas para que puedas ver el ecosistema de tu restaurante al completo. Más adelante, aprenderás a conocer el efecto que un cambio mínimo en cualquier área puede tener en tu negocio.
1. Empieza por lo básico: estandariza la elaboración de tu menú
El primer consejo a tener en cuenta es que reduzcas tu oferta, si esta es muy amplia en restaurante, y además, estandarices el proceso de elaboración de la carta. Ten en cuenta que el cliente de delivery ya hace una gran elección entre:
- la app por la que va a pedir
- el restaurante en el que va a pedir
- el plato que finalmente elegirá
Por ello, es importante no crearle más opciones de la cuenta y destacar por una oferta concisa y directa, que te ayude a posicionarte y a facilitar la elección final de tu cliente. Para ello, échale un ojo a tus datos en ventas y cuál es el plato que mejor vende para poder duplicarlo o replicarlo de alguna manera y darle mayor salida.
Tener un menú reducido también ayudará a tu equipo en cocina para facilitar la preparación. Y por supuesto, no olvides calcular los tiempos de preparación y envío para que el cliente reciba el plato como si lo comiese en tu restaurante, cuanto más se acerquen estas experiencias, mejor será la valoración de tu negocio. Adicionalmente, esto te ayudará a reducir inventario, costes y las mermas.
2. Explora tu demanda: ¿Quiénes son mis clientes de delivery?
Como comentábamos anteriormente, conocer de dónde y cuándo vienen tus pedidos es lo más útil para optimizar tu delivery. Si conoces igual de bien los tiempos de tus clientes delivery que el plato que mejor funciona en sala, entonces tienes mucho ganado en este aspecto.
Puede ser que tu cliente de mesa entre de 2 a 4 a tu restaurante, sin embargo, el de delivery quizás sea más nocturno o incluso pida antes de las 12 de la mañana. En este sentido, debes tener en cuenta los horarios de aceptación y entrada de pedidos y los horarios de reparto, para que te veas saturado, ni tu ni tu cocina cuando esta demanda suba más de lo habitual.
Conocer los canales más populares desde donde te llegan los pedidos es uno de los aspectos principales ya que pueden llegarte por:
- teléfono, si tienes la página de Google My Business creada, será lo que primero vea el cliente cuando te busca en Internet.
- email, hay baja probabilidad, pero nunca lo descartes, sobre todo, si tienes una página web con una página de contacto
- Facebook o redes sociales, sobre todo en Instagram está ahora muy de moda poder realizar pedidos.
- Deliveries, depende de la plataforma que tengas o incluso la tuya propia: ¿Deliveroo, Glovo, Just Eat?
Prever el pedido y calcular el porcentaje que te llega desde un sitio y otro puede ser lo más útil para crear un estimado de comida, inventario y tiempo invertido en la preparación de tu menú.
3. La opción de convertirte en un «restaurante virtual»
Lo mejor de ser un negocio casi al 100% delivery es que puedes ser el restaurante que quieras y vender la comida que quieras, pudiendo abarcar todas las comidas del día si así lo deseas. ¿Cómo hacerlo? ¡Fácil! Con máxima organización.
Si eres capaz de trazar la viabilidad de tus platos más populares y ya tienes dominados los puntos anteriormente enunciados, puedes ir un paso más allá y tener una oferta variada en distintas categorías, por ejemplo: ser un chino, un mexicano y un poké al mismo tiempo. A esto se le conoce ser una marca virtual o «virutal brand«.
Como sabrás, a los clientes les apetece diferente comida en función de la hora del día que sea, por ello, si cubres toda esa demanda en un mismo día, podrás amoldarte a las necesidades de esos mismos clientes, sin dejar de lado el núcleo de tu negocio. Al cliente la puede apetecer en un momento dado, un desayuno mediterráneo por la mañana con tostadas o churros, una ensalada o sushi a medio día y por la noche, quizás una pizza, burrito o tallarines, pero es poco probable que lo quiera todo del mismo restaurante. Así, teniendo varias marcas, es posible abarcar toda esa demanda.
Este objetivo se puede conseguir gracias al nuevo concepto que ha surgido últimamente en hostelería y que se llama las «dark kitchens» o «cocinas fantasma» como se conoce en España. Son locales destinados simplemente a cocinar y enviar sus platos a domicilio, sin servir de cara al público de calle. Esto supone un importante ahorro de costes que un restaurante tradicional y te permite compartir inventario y costes entre tus marcas virtuales.
