10 consejos para cambiar la carta de tu restaurante

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chica consultando una carta de restaurante en una terraza

Ante lo vivido estos últimos meses, muchos han sido los cambios que se han ido dando en cuanto a experiencia dentro y fuera de los restaurantes: modificaciones de aforos, distribución de mesas dentro de los locales y en terrazas, disposición de gel hidroalcohólico a la entrada de cada bar y, sobre todo, la digitalización de cartas y menús

Esta última novedad, que ya estaba en el mercado pero que solo unos pocos pioneros se habían decidido a hacerla realidad, ha sido la innovación más acusada entre toda la variedad de restaurantes y locales en nuestro país. Desde la cadena más popular hasta el bar más de barrio han logrado digitalizar su oferta gracias a códigos QR o enlaces directos impresos en las mesas. Esto ha permitido que el nuevo soporte digital flexibilice la carta de productos, haciéndola más versátil y actual y dando ese toque novedoso a la hostelería española.

Desde siempre, la carta o menú ha sido un elemento agregado de valor para la experiencia total del cliente en el local. De hecho, puede ser un gran aliado cuando te planteas cambiar de imagen, de nombre o dar un nuevo aire al negocio, y ahora que la situación pide adaptación, vemos relevante aportar una serie de consejos si te planteas o te has planteado cambiar o actualizar tu carta. 

1. Hazlo por una razón justificada

Antes de realizar cualquier tipo de cambio en la carta de tu restaurante, asegúrate de que no lo estás haciendo simplemente porque te apetece o porque consideras que es una buena idea. Aprovecha los cambios de estación, algún cambio de tendencia como el actual o un cambio en propiedad, nombre o imagen para tener un motivo por el que realizar la modificación. De hecho, es totalmente recomendable, apoyarte en ello como motivo y no tanto como excusa, si no parecerá que simplemente te unes por moda o por «el qué dirán» cuando puede ser un potente valor a realzar en tu negocio. Dale una excusa al cliente para que hable de ti y busca esa razón de más. 

2. ¿Cambio gradual o algo radical?

Esta es una de las preguntas más comunes por los restaurantes y la que puede provocar que pierdas a tus clientes más fieles, así que, presta atención porque debes pensar si quieres una modificación completa a largo plazo o una implementación rápida para ver qué tal funciona (en este último caso deberás recoger comentarios o algo de feedback para tomar decisiones después). Un cambio radical supondrá una alteración radical en los resultados. Si de verdad quieres realizar un cambio completo, realiza un plan de acción y un calendario de actuación, cambia poco a poco para lograr darte cuenta de si tu decisión está siendo la correcta o no.

3. ¿Nuevos platos? Haz las cuentas previamente

Tu carta cambia, tu meta no. La finalidad principal es ser rentable y generar beneficio. Si estás realizando el cambio es porque buscas mejorar, innovar, originar un aumento de tus ganancias, añadir ese plato en el que llevabas pensando un tiempo… Un error bastante común es que solemos prestar atención a lo que vamos a generar, pero no lo que vamos a tener que sacrificar para conseguirlo. Con ciertos cambios, puede que venga una caída en el porcentaje de clientes, sin embargo, siempre puedes adelantarte para compensar esa pérdida con una subida de márgenes o fidelizando otro tipo de clientela menos sensible al cambio realizado. Asegura primero la tendencia, habla con otros hosteleros, pregúntale a expertos del sector sobre las nuevas tendencias e infórmate para dar el paso de incluir nuevos platos y ampliar o reducir la oferta de tu menú, si lo acompañas con un cambio físico o de imagen en la carta, la novedad está garantizada. 

4. La opinión del cliente siempre es valiosa

Antes de añadir un nuevo plato a tu carta o sustituirlo por otro, es recomendable que realices pequeñas degustaciones gratuitas con tus comensales. Prepara una pequeña muestra que recoja el sabor de lo que estás pensando implementar y pregunta qué les parece. Otra opción es añadir el plato temporalmente en un «período de prueba». Al finalizar este, recoge las estadísticas y evalúa cómo ha sido recibido el posible cambio.

5. Es hora de crear una alternativa a los alérgenos

Los ingredientes que puedan ser motivo de alergias en tus clientes deberían ser uno de los motivos por los que, si aún no has cambiado la carta, lo hagas. Cada día más personas sufren alergia a ciertos alimentos, intolerancia a la lactosa o al gluten. Es de vital importancia que te adaptes a estas necesidades para que un público cada vez más grande pueda disfrutar de la variedad en tu restaurante. No solamente hablamos de incluir los ingredientes con posibilidad de alergia en una hoja al final de tu carta, sino de generar alternativas en cocina, reales, para que tus clientes puedan tener la posibilidad de elegir. Te generará buena reputación y quizás algunos ingresos extra. 

6. No olvides a vegetarianos, realfooders y otras nuevas tendencias

Al igual que otros países como Canadá o Francia, España también se está subiendo al carro de las tendencias veganas. Así que, si crees que las tendencias en alimentación no cambian, mira a tu alrededor y observa a toda la gente que se está decantando por comida cada vez más vegetariana, que incluya opciones que no tengan carne de ningún tipo, ni pescado. Adapta tu menú, no tiene por qué ser una oferta amplia, pero sí justa y rica en verduras, legumbres o fruta para que el cliente se vaya satisfecho.

7. El apoyo visual siempre suma

Ahora más que nunca, la foto del plato de comida puede ser tu mayor aliado ya que no precisa de impresión en alta calidad puesto que la digitalización de la carta permitirá que le mismo cliente lo consulte en su móvil y tú ahorrarás en costes de producción en impresión. Aprovecha para destacar los favoritos de tus clientes o indicar las recomendaciones del chef para aquellos clientes indecisos o que quieran probar algo nuevo, tal y como comentamos anteriormente en el punto 4. 

8. Contempla la posibilidad de incluir otros idiomas

Si tu local se encuentra en una zona más o menos turística o con cierta afluencia de visitantes, este punto es esencial. Sabemos que puede ser un gran esfuerzo, pero recompensará con creces porque clientes de todo el mundo cada vez piden más recomendaciones locales y autóctonas del lugar, no tan «comerciales», que les hagan disfrutar de una experiencia inmersiva y gastronómica al 100%. 

9. Muestra las calorías y cantidad al lado del plato

Cada vez se presencia una mayor preocupación por la alimentación. Los valores energéticos se han hecho eco en supermercados y restaurantes y, poco a poco, va calando en el resto de experiencias gastronómicas de nuestro país. Los clientes quieren ser conscientes de lo que consumen o con qué se ha elaborado cierto plato, por ello, recomendamos como «plus» el incluir en pequeño la cantidad o tamaño en gramos del plato a ingerir (no solo en carnes) o la aportación calórica del mismo. La «letra pequeña» de los alimentos se ha popularizado y siempre es bienvenido para el cliente ayudarle a decidir por otras variables y no siempre por precio.

10. Aplicando todo lo anterior, estás aplicando gastromarketing

Aprovechando estos cambios que se van a dar en tu carta y en soporte, es buena iniciativa modificar también el diseño de la misma. La carta de un restaurantes siempre ha sido una fuerte herramienta de marketing que cada vez más locales se han centrado en cuidar y en dar un aspecto más creativo. Puede ser una buena ventaja a explotar y donde puedas también recomendar otros aspectos de tu local, como una carta de vinos especial o de cócteles para otros momentos de consumo: un afterwork, una merienda, una ocasión más nocturna… es un amplio abanico de posibilidades. 

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