En estos días de prisas y modas culinarias pasajeras, la apuesta de Cocopí por la vuelta a la forma tradicional de alimentarse y a la comida de hogar es lo realmente innovador.
Por ello, sus fundadores apuestan por comida «real» cocinada por usuarios en sus casas (tras haber pasado los estándares de calidad, tanto del resultado como de la cocina donde se producen. Este sistema parte de una democratización del sector de la alimentación, pues permite conectar a usuarios con chefs o cocineros profesionales, pero también con amas de casa, quienes han sido auténticas cocineras, alimentando a sus familias toda la vida.
Creemos que lo reflejamos en «Personas alimentadas por personas».
¿CÓMO FUNCIONA LA PLATAFORMA?
Se venden platos de comida recién hecha, pocas raciones de cada receta y siempre cocinada con mucho cariño, es a lo que denominamos “Comida de Hogar”. De cada plato se cocina un máximo de 8 raciones que no pasan por ningún proceso industrial. Es lo más parecido que encontrarás a la comida que tu abuela te preparaba de niño.
Todos los días, los cocineros verificados por Cocopí compran alimentos frescos en comercios de su zona, fomentando así la economía circular, reduciendo los costes de transporte y la contaminación asociada. Preparan platos como los de toda la vida que no siguen tendencias ni modas culinarias, sino que ofrecen comida real con sabor a hogar. Ni más ni menos.
Apostamos por una cocina casera (de verdad), 0% industrial, saludable y por un consumo de proximidad que potencie la economía local. Todo esto unido a unas condiciones de trabajo dignas que fomenten la independencia y el empoderamiento del cocinero.
REINVENCIÓN DEL MODELO DE EMPRESA
Con presencia en 5 ciudades y teniendo previsión de abrir negocio en 7 ciudades más, este sistema de entregas a empresas se vio trastocado por la cuarentena y la crisis del COVID-19: centros empresariales cerrados, teletrabajo, ERTE, reducción de salarios y jornada… Cocopí tuvo que reinventar todo su modelo de negocio: desde la web y procesos internos, el servicio de reparto y lugares de entrega, hasta el perfil de cocineros y comensales.
Ahora conviven los dos modelos de negocio y se ha diversificado la demanda del servicio; ambos modelos con algo en común: son fieles a su propuesta de valor basada en auténtica comida con sabor a hogar. Comida hecha a pequeña escala elaborada a diario con un extra de cariño.
Pese a las dificultades, en tan solo un mes consiguieron lanzar el primer proyecto piloto del nuevo modelo de negocio, un servicio de entrega inmediata, el cual tuvo un gran éxito en términos de valoraciones y comentarios, fidelización y recurrencia de los primeros clientes.
Cada día son más las empresas que te llevan la comida a casa o la oficina, pero todas tienen un denominador común: comida industrial. La realidad es que, a día de hoy, en un mundo con tantas innovaciones y mejoras, el sector de la alimentación no ha sufrido una verdadera disrupción. Y es que, o te preparas la comida tú mismo con todo lo que eso conlleva (planificar compra, comprar, cocinar, limpiar y/o limitación de conocimientos culinarios…), o toda la oferta de comida está basada en comida industrial. Entendiendo la comida industrial como aquella que se produce en grandes cantidades. Nunca sabrán igual las lentejas que se preparan para 200 personas que las que se hacen en una olla familiar, cuenta Jorge, fundador de Cocopí
Hoy, con más de 137.000 pedidos a sus espaldas, Cocopí sigue apostando por el valor de la comida real o comida sin hashtag, y las personas que la cocinan.
