Lujo y sostenibilidad van de la mano en el nuevo camino emprendido por Meliá Hotels International en Menorca con la apertura de Villa Le Blanc, de Gran Meliá: un “hotel destino» que refuerza el compromiso de la compañía con la calidad, la innovación hotelera y el respeto por la isla y su entorno, y que acaba de recibir el reconocimiento de mejor “Nuevo hotel del año» en España en los premios Conde Nast Traveler, celebrados ayer en Madrid y que reconocen cada año los mejores hoteles y destinos, votados por sus lectores.
El hotel, que abrió sus puertas hace justo un año, es el sueño cumplido de Meliá en Menorca: la máxima expresión de lujo mediterráneo, sostenibilidad y autenticidad. Ubicado en la playa de Santo Tomás, a medio camino entre Mahón y Ciutadella, es el enclave ideal para conectar con la esencia mediterránea y el alma relajada de la isla, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1993.
Respeto manifiesto a la arquitectura mediterránea
El proyecto de reforma ha sido diseñado por el estudio de arquitectura de Álvaro Sans, a partir de un antiguo hotel, poniendo de manifiesto un profundo respeto por la arquitectura vernácula mediterránea, envuelto en lujo y sencillez y, a su vez, bajo una visión más consciente y comprometida con el destino.
El resultado es un viaje por todos los sentidos que no ha dejado indiferente a nadie. Sus 114 habitaciones y 45 suites en primera línea de mar han sido diseñadas con máximo respeto al estilo menorquín, ofreciendo una experiencia de lujo y privacidad extraordinaria.
Cuenta, además, con tres espacios gastronómicos inspirados por la tradición y la innovación culinaria de la isla: S’Amarador Villa Le Blanc, CRU, (creado por el chef Joan Canals y que refleja la personalidad del emblemático restaurante menorquín Ulises) y NIVI, especializado en cocina mediterránea y a la brasa.
Este refugio de piedra blanca frente al mediterráneo es, además, un ejemplo de construcción eficiente y se consolida como un “best practice» o ejemplo a seguir para Meliá Hotels International en el desarrollo de un modelo de hotelería más sostenible. Concebido como un prototipo de hotel neutro en carbono, Villa Le Blanc incorporara instalaciones y tecnologías de última generación que le permiten reducir sus emisiones de alcance 1 y 2 en un 87% respecto al antiguo hotel. Además, el hotel cuenta con alternativas para compensar el remanente de emisiones y asegurar así su neutralidad en carbono.
