Solo en Nochevieja se consumen más de 7000 toneladas de uvas

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uvas en un cuenco de cristal

Ante la gran ola de desperdicio alimentario que vivimos en los últimos años y con ánimo de concienciar y visibilizar este problema que afecta globalmente al planeta, Too Good To Go lanza una serie de consejos para aprovechar esas sobras del último año en la cocina y practicar «las 3 Ces».



Si algo no puede faltar en la última noche del año eso son las uvas. Según datos de la Asociación de Productores-Exportadores de Frutas, Uvas de Mesa y otros productos, cada nochevieja se consumen más de 7.000 toneladas de esta fruta en los hogares españoles. En concreto, son 12 uvas de la suerte con las que a ritmo de cada campanada se dice adiós a un año muy atípico con la mirada y la ilusión puesta en el 2021. Pero una vez consumida la docena de uvas a medianoche, ¿qué ocurre con el resto que se queda en el racimo y no se consumen?

Muchas de estas uvas terminan siendo desperdiciadas al día siguiente porque sobran solamente «unas pocas», porque se han puesto «pochas» o porque ya no queremos más. Realmente “la fruta es lo que más se desperdicia en los hogares españoles con más de 353 millones de kilos despilfarrados cada año. Por ello queremos aprovechar la oportunidad que nos brinda la Nochevieja y su tradición con las uvas para recordar que la comida no se tira, que hay muchas formas de aprovechar toda la comida porque así ahorraremos dinero y contribuiremos a poner fin al desperdicio de alimentos, sobre todo, en las fiestas navideñas en las que se desperdicia hasta un 20% de la comida”, comenta Helena Calvo, responsable de concienciación en Too Good To Go sobre el desperdicio de alimentos.

Por ello, desde Too Good To Go hacen un especial llamamiento a la concienciación y proponen a los consumidores poner en práctica la regla de las tres C: Compartir, Congelar y Combinar. Regla que lanzaron hace un par de meses con el mismo objetivo de animar a no desperdiciar comida, sobre todo, en estas fechas, donde las basuras y contenedores terminan repletos de sobras por los abundantes excesos de Navidad. Por ello, con el objetivo de fomentar el aprovechamiento de las uvas no consumidas en Nochevieja y combatir el desperdicio alimentario, vuelven a compartir una serie de recursos para que podamos ponerlos en práctica desde ya. 

Cualquier persona puede llevar a cabo las tres C. Es algo muy sencillo y solo hay que seguir cada una de las tres palabras mágicas:

  • COMPARTE: A veces se compran uvas de más y siempre existe la opción de compartir con vecinos, amigos o familiares amantes de las uvas, todas aquellas que no se hayan consumido para que así alguien las pueda aprovechar y que no sean desperdiciadas.
  • CONGELA: El congelador es siempre nuestro fiel y mejor amigo contra el desperdicio de comida. Las uvas son una fruta que se pueden congelar muy fácilmente, se conservan durante mucho tiempo y se pueden utilizar más adelante de muchas formas diferentes. Por ejemplo, las uvas congeladas son perfectas para hacer granizados, smoothies o helados, e incluso se pueden utilizar como cubitos de hielo para refrescar bebidas y darles un sabor un poco más dulce o incluso añadirlas a esa copa de cava con la que brindar por el año nuevo.
  • COMBINA: Las frutas son muy versátiles y se pueden aprovechar de muchas formas. En este caso las uvas no son menos y podemos combinarlas con otros ingredientes para crear de manera muy sencilla deliciosas recetas. De esta forma, las uvas pueden ser parte de unos entrantes porque son un topping perfecto para ensaladas y darles un toque dulce, e incluso como acompañante de platos como el gazpacho o el salmorejo. También se pueden añadir a los platos principales como unas buenas migas o incluso recetas de arroz, lubina o unas albóndigas, dando a estos platos unos sabores más originales y frescos para el paladar. Y por último, en postres, puesto que es el ingrediente perfecto para hacer bizcochos, galletas o  añadirlas a una macedonia o un yogur, entre otras muchas opciones.

De esta forma, Too Good To Go propone dar una inyección extra de cuidado y amor a la comida navideña y fomentar un año más y en estas fechas tan señaladas un consumo responsable a través de prácticas que animen a aprovechar la comida de una manera sostenible y creativa. Por eso, a través de las tres C no sólo podrán aprovecharse mejor los alimentos, sino también ahorrar dinero y pasar unas navidades más sostenibles y antidesperdicio.

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